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Página actualizada el 27 de marzo de 2024

El asma se caracteriza por una inflamación de los bronquios que los estriñe u obstruye. Desde Centro Médico Meisa, te contamos cuáles son todos los síntomas del asma y cómo hacerle frente.

 

Todo el mundo ha oído hablar del asma alguna vez. Se trata de una enfermedad respiratoria crónica común entre la población que se caracteriza por una inflamación de los bronquios. Esta inflamación los restriñe u obstruye y dificulta el paso del aire por las vías respiratorias. A continuación, te mostramos cuáles son los síntomas del asma y los tratamientos disponibles.

 

¿Cómo sé si tengo asma?

 

Para tener una pequeña aproximación a la enfermedad, te presentamos todos los síntomas del asma. Para determinar si padeces la enfermedad, debes programar una visita con un el profesional médico correspondiente. En Centro Médico Meisa contamos con un equipo de expertos en neumología. Para programar una visita, haz clic aquí.

  • Sensación de dificultad para respirar, de falta de aire o de ahogo (disnea).
  • Tos seca (sin expulsar moco) que se puede intensificar durante la noche y las primeras horas de la mañana.
  • Sensación de tener “silbatos” o silbidos en el pecho. También pueden notarse silbidos al respirar.
  • Sensación de tirantez o de presión en el pecho.
  • Problemas para dormir provocados por la falta de aliento, tos o sibilancia al respirar.

Los síntomas del asma pueden manifestarse varias veces en el día o durante la semana. La gravedad es diferente en función de la persona. Los llamados ataques de asma pueden convivir con periodos asintomáticos. Cuando los síntomas de la enfermedad aparecen de manera repentina se denomina crisis de asma.

En algunas personas, la enfermedad se puede manifestar cuando se practica actividad física o bien al cabo de un rato después de hacer ejercicio, en general hasta dos o cuatro horas después. En este caso, se trata del asma de esfuerzo. Este tipo de asma puede presentarse en el 80% de los niños asmáticos.

El asma es una patología crónica porque los síntomas aparecen en varios momentos vitales. Generalmente, solo un grupo pequeño de niños asmáticos, los más graves, padece síntomas de forma continuada, sin periodos asintomáticos.

 

¿Cuál es el tratamiento del asma?

 

El asma no tiene cura, pero los síntomas pueden reducirse a lo largo del tiempo. El objetivo de cualquier tratamiento contra el asma es conseguir que la persona que sufre la enfermedad pueda llevar una vida normal, con el menor número de crisis posibles.

Existen dos tipos de medicamentos para controlar los síntomas del asma y tratar la enfermedad:

  • Medicamentos broncodilatadores: permiten que los bronquios se dilaten y así se pueda inhalar mejor el aire. Se usan en periodos cortos para tratar las crisis de asma y mejorar rápidamente los síntomas. Los más usados son los agonistas beta2 adrenérgicos y los anticolinérgicos.
  • Medicamentos antiinflamatorios: actúen directamente sobre la inflamación de los bronquios y la corrigen. Se utilizan durante periodos prolongados, incluso en los intervalos en que la persona no manifiesta ningún síntoma. Los principales fármacos antiinflamatorios son los corticoides inhalados. También pueden recomendarse los antileucotrienos vía oral.

Para cada caso concreto, el personal médico aconseja el fármaco y el sistema de inhalación que resultan más efectivos para combatir los síntomas de la enfermedad.

Se trata de medicamentos muy presentes y accesibles en nuestro día a día. Para utilizarlos correctamente, debemos saber exactamente qué son los analgésicos y sus aplicaciones.

 

Los tenemos muy presentes en nuestras rutinas. Nos alivian distintos tipos de dolores, como los de cabeza, los musculares o los artríticos. Hoy en día, existen muchos tipos de analgésicos que tienen ventajas diversas. Ante esta realidad, muchas personas se preguntan qué son los analgésicos y cuáles son sus efectos.

Para ciertos dolores, algunos medicamentos son más indicados que otros. Cada persona puede responder de una forma ligeramente distinta a un analgésico. Aunque hay fármacos que no requieren prescripción médica, es necesario acudir al médico en caso de duda.

Los medicamentos analgésicos son un conjunto de fármacos que ayudan a reducir la sensación de dolor. Desde Centro Médico Meisa, te contamos qué son los analgésicos y las aplicaciones que tienen.

 

Analgésicos primarios

 

Seguramente la mayoría de las personas se preguntan qué son los analgésicos a partir de los analgésicos primarios. En este caso, se trata de un grupo amplio, y ayudan a combatir distintos tipos de dolor. Dentro de esta categoría extensa, podemos encontrar distintos subtipos. En el caso de los opioides, la prescripción médica es obligatoria.

  • Antitérmicos puros. Contribuyen a reducir el nivel de fiebre a través de la producción de sudoración y dilatación de los vasos sanguíneos. El ejemplo más conocido es el paracetamol. Antes de tomarlos, debes conocer los usos y consumirlos con precaución.
  • Antiinflamatorios no esteroideos. Reducen la fiebre y la inflamación y alivian el dolor. Dentro de este grupo se encuentran la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno. Antes de consumirlos, debemos tomar las precauciones adecuadas.
  • Opioides. Se usan para tratar dolores de gran intensidad, como los que pueden aparecer después de una cirugía o herida. La prescripción médica es un requisito obligatorio para tomarlos.

 

Analgésicos secundarios

 

Hay personas que se plantean qué son los analgésicos cuando se les receta este tipo de fármacos. Estos analgésicos se utilizan para aliviar dolores específicos, y solamente se pueden obtener con una receta médica. Los tipos que existen son los siguientes.

  • Antidepresivos. Reducen los síntomas de enfermedades de salud mental como la depresión y los trastornos de ansiedad. A veces también se usan para el tratamiento de otras afecciones como el dolor crónico y los trastornos del sueño.
  • Antiepilépticos. Se usan para prevenir o tratar las convulsiones o las crisis epilépticas. Estos medicamentos se utilizan para tratar la epilepsia y otros trastornos convulsivos.
  • Anestésicos locales. Se inyectan o se ponen sobre la piel para reducir el dolor en los procedimientos médicos, quirúrgicos y dentales.
  • Corticoides. Se emplean para el tratamiento de muchas afecciones, como la enfermedad inflamatoria intestinal, el asma y las alergias. También se usan para prevenir el rechazo de órganos en personas receptoras de trasplantes.

Si tienes cualquier duda con algún analgésico, en Centro Médico Meisa contamos con profesionales de la medicina que te pueden informar sobre su uso adecuado. Puedes pedir cita online aquí, llamarnos al 93 659 15 66 o contactarnos por WhatsApp al 639 68 97 57.